¿Queremos niños obedientes o capaces?

Hoy iba paseando con Odín, mi perrete, por un sitio nuevo por el que no habíamos ido nunca, el se alejaba algo de mi, olisqueaba y rápidamente volvía a mi lado, como si estuviese bajo mi ala. Entonces pensé, "Jo, que bien se está portando hoy", y de repente, saltaron todas las alarmas.
¿Realmente se estaba portando bien, o no se atreve a explorar por falta de confianza, y busca mi protección?

¿En que momento, está sociedad ha empezado a valorar como positivo o bueno, comportamientos que no son los naturales, los sanos?

Creemos que un niño bueno es el que no se levanta de la mesa, ignorando su necesidad de movimiento, el que no llora cuando se va su madre, ignorando su necesidad de vinculo, el que se come todo lo del plato, ignorando su saciedad, el que no escala, no toca todo, no abre el grifo, ignorando su necesidad de explorar...


No queremos niños buenos, queremos niños obedientes, niños sumisos, que hagan todo lo que les digamos y cuando digamos, que no molesten. Pero después, queremos adultos sanos, capaces, seguros de si mismo, con determinación, que tomen decisiones, que sean responsables...

Y no nos damos cuenta que nuestros niños son el futuro, y que si queremos adultos libres, antes tendremos que haberles dejado volar.

Cambiemos la mirada hacia la infancia, tomemos conciencia.

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios

Crea tu propia página web con Webador